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Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina


Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina dados el día 25 de cada mes a la vidente
MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

Año 1992

MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

25 de enero de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que renueven la oración en sus familias, porque de esa manera cada familia se convertirá en gozo para mi Hijo Jesús. Por eso, queridos hijos, oren y dediquen más tiempo a Jesús, y entonces llegarán a entender y a aceptarlo todo, incluso las enfermedades y las cruces más difíciles. Estoy con ustedes y deseo acogerlos en mi Corazón y protegerlos, pero ustedes no se han decidido todavía. Por eso, queridos hijos, deseo que ustedes oren para que, a través de la oración, me permitan que los ayude. Oren, queridos hijos míos, para que la oración se convierta en su pan de cada día. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de febrero de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que, a través de la oración, se acerquen aún más a Dios. Solo así podré ayudarlos y protegerlos de cualquier ataque de Satanás. Estoy con ustedes e intercedo ante Dios por ustedes para que Él los proteja. Pero para ello necesito de sus oraciones y también de su “sí”. Ustedes se pierden fácilmente en las cosas materiales y humanas y olvidan que Dios es Su mejor amigo. Por eso, queridos hijos míos, acérquense a Dios para que Él los proteja y los preserve de todo mal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de marzo de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy, como nunca antes, los invito a que vivan mis mensajes y a que los hagan realidad en sus vidas. He venido a ustedes para ayudarlos y por eso los llamo a cambiar sus vidas, porque ustedes han tomado un camino desdichado: el camino de la ruina. Cuando les decía: ¡Conviértanse! ¡Oren! ¡Ayunen! ¡Reconcíliense!, ustedes acogieron superficialmente esos mensajes. Comenzaron a vivirlos, pero luego dejaron de hacerlo porque para ustedes resultaba difícil. Sin embargo, queridos hijos, cuando algo es bueno, ustedes deben perseverar en el bien y no pensar: 'Dios no me ve, no me escucha, no me ayuda' Y así, a causa de sus desdichados intereses, ustedes se han apartado de Dios y de mí. Yo quería crear para ustedes un oasis de paz, de amor y de bondad. Dios quería que ustedes, con vuestro amor y la ayuda de Él, hicieran milagros y dieran el ejemplo. Por eso les digo: Satanás está jugando con ustedes y con sus almas y no puedo ayudarlos, porque están lejos de mi Corazón. Por lo tanto, oren y vivan mis mensajes, entonces verán los milagros del amor de Dios en su vida cotidiana. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de abril de 1992
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Solo con la oración y el ayuno se puede detener la guerra. Por eso, queridos hijos míos, oren y den testimonio con sus vidas de que son míos y me pertenecen, porque en estos días turbulentos, Satanás quiere seducir al mayor número posible de almas. Por eso, los invito a decidirse por Dios y Él los protegerá y les mostrará lo que ustedes deben hacer y el camino que deben recorrer. Invito a todos los que me han dicho “sí”, a que renueven la consagración a Jesús, a Su Corazón y a mí, de modo que podamos usarlos más poderosamente como instrumentos de paz en este mundo sin paz. Medjugorje es para todos ustedes un signo y un llamado a orar y a vivir los días de gracia que Dios les da. Por eso, queridos hijos, acojan con seriedad este llamado a la oración. Estoy con ustedes, y sus sufrimientos son también los míos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de mayo de 1992
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración para que por medio de la oración se acerquen aún más a Dios. Estoy con ustedes y deseo conducirlos a todos por el camino de la salvación que Jesús les ofrece. Día a día estoy más y más cerca de ustedes, aunque no se den cuenta de ello y no quieran admitir que están muy poco unidos a mí mediante la oración. Cuando llegan las pruebas y los problemas, entonces sí que dicen: “¡Oh Dios, Oh María! ¿Dónde están?” Y yo tan solo espero que ustedes me den su “sí”, para que yo pueda transmitirlo a Jesús y Él los llene con Su gracia. Por eso, acojan una vez más mi llamado y comiencen nuevamente a orar hasta que la oración se convierta en gozo para ustedes. Entonces descubrirán que Dios es Todopoderoso en su vida cotidiana. Estoy con ustedes y los espero. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de junio de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy estoy feliz, aunque en mi Corazón hay un poco de tristeza por todos los que comenzaron a seguir este camino y después lo abandonaron. Mi presencia aquí es, pues, para conducirlos por un nuevo camino, el camino de la salvación. Por eso, los invito día tras día a la conversión. Pero si ustedes no oran, no pueden decir que se están convirtiendo. Oro por ustedes e intercedo ante Dios para que haya paz: primero en sus corazones y después alrededor de ustedes, a fin de que Dios sea su paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de julio de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy los invito nuevamente a la oración, a una oración gozosa, de modo que en estos días tristes ninguno de ustedes sienta tristeza en la oración, sino que sea un encuentro gozoso con Dios, su Creador. Oren, hijitos, para que puedan estar más cerca de mí y sientan, por medio de la oración, qué es lo que deseo de ustedes. Estoy con ustedes y todos los días los bendigo con mi bendición maternal, para que el Señor pueda llenarlos con la abundancia de Su gracia en su vida cotidiana. Den gracias a Dios por el don de mi presencia en medio de ustedes, porque les digo: ¡Esta es una gran gracia! ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de agosto de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy deseo decirles que los amo. Los amo con mi amor maternal y los invito a abrirse completamente a mí para que yo pueda, por medio de cada uno de ustedes, convertir y salvar al mundo, donde hay tanto pecado y tantas cosas malas. Por eso, queridos hijitos míos, ábranse completamente a mí para que pueda acercarlos cada vez más hacia el amor maravilloso de Dios Creador, quien se revela a ustedes día tras día. Estoy con ustedes y deseo revelarles y mostrarles al Dios que los ama. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de septiembre de 1992
“¡Queridos hijos! También hoy quiero decirles: Yo estoy con ustedes, incluso en estos días llenos de desasosiego en los que Satanás desea destruir todo lo que yo y mi Hijo Jesús estamos construyendo. Él quiere alejarlos lo más lejos posible de la vida cristiana y de los Mandamientos que la Iglesia los llama a vivir. Satanás quiere destruir todo lo que es santo en ustedes y alrededor de ustedes. Por eso, hijitos, oren, oren, oren para que puedan comprender todo lo que Dios les está dando a través de mi venida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de octubre de 1992
“¡Queridos hijos! Los invito a la oración, ahora que Satanás es fuerte y desea adueñarse de tantas almas como sea posible. Oren, queridos hijos, y tengan más confianza en mí, porque estoy aquí para ayudarlos y para guiarlos por un camino nuevo hacia una vida nueva. Por eso, queridos hijos, escuchen y vivan lo que les digo, porque es importante para ustedes que, cuando ya no esté con ustedes, recuerden mis palabras y todo lo que les he dicho. Los invito a cambiar su vida desde el principio y a que se decidan por la conversión, no con palabras sino con su vida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de noviembre de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy como nunca antes, los invito a orar. Que su vida se convierta completamente en oración. Sin amor, ustedes no pueden orar, por eso, los invito a que primero amen a Dios, Creador de sus vidas, y entonces también ustedes podrán descubrir y amar a Dios en todos, tal y como Él los ama a ustedes. Queridos hijos, es una gracia que yo pueda estar con ustedes. Por lo tanto, acojan y vivan mis mensajes por su propio bien. Los amo y por eso estoy con ustedes, para instruirlos y guiarlos hacia una vida nueva de renuncia y de conversión. Solo de esa manera, ustedes podrán descubrir a Dios y todo lo que ahora está lejos de ustedes. Por eso, queridos hijos, oren. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de diciembre de 1992
“¡Queridos hijos! Hoy quiero cobijarlos a todos ustedes bajo mi manto, para protegerlos de todo ataque satánico. Hoy es el Día de la Paz, pero en el mundo entero hay mucha ausencia de paz. Por eso los invito a construir conmigo, por medio de la oración, un mundo nuevo de paz. Sin ustedes, no puedo hacerlo, y por eso los invito a todos con mi amor maternal a que me ayuden y el resto lo hará Dios. Por lo tanto, ábranse a los planes y propósitos de Dios para que ustedes puedan colaborar con Él a la paz y al bien. Y no olviden que su vida no les pertenece, sino que es un don con el cual ustedes deben llevar alegría a los demás y guiarlos hacia la vida eterna. Queridos hijos, que la ternura de mi Pequeño Jesús los acompañe siempre. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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