MERRY CHRISTMAS AND A HAPPY NEW YEAR!
¡Nuestra querida familia orante!
En estas difíciles circunstancias sociales y económicas en el mundo, el creyente que ora, como un profeta, tiene una luz y una oportunidad para mostrar a todos, el único camino y la salida, y esa es Dios. Nuestros contemporáneos, en general, no tienen experiencia en los encuentros con Dios, y eso significa no tienen experiencia con la oración. Desafortunadamente, ellos se han inclinado a los valores materiales, en los cuales fracasan en encontrar o llevar a cabo sus metas. Es por eso que se sienten desilusionados, engañados. Esperan de los hombres lo que ellos no les pueden dar o proveer: la paz, la alegría y una familia feliz y protegida. Es en este difícil estado mental y familiar en el que proliferan los falsos profetas y maestros. La astrología está prosperando actualmente. Los adivinos son las personas más visitadas hoy en día. ¿Por qué? La gente necesita ayuda.
Nuestra Reina de la Paz nos ha estado inspirando y llamando por más de treinta años ya, para que ayudemos a nuestros hermanos y hermanas necesitados con nuestras oraciones y nuestro buen ejemplo. Nuestra misión y nuestro apostolado no pueden ser postergados (o aplazados), porque de lo que aquí se trata es de personas y de la salvación de almas. La oración nos transforma y nos ilumina para que podamos reconocer el tiempo en el que estamos viviendo. Si existe oscuridad en las personas que nos rodean, la oración nos compromete y nos hace referirnos a nuestros hermanos para que les hagamos un bien. Porque oramos podemos tener una respuesta para aquellos que la necesitan. La oración nos cambia. La oración nos hace alegres y felices. ¿Y quién no tiene en su corazón este deseo tan básico y profundo de ser feliz, de estar contento? Sabemos, con certeza que estos dones de gracia no los producen las drogas, el alcohol, o una vida disipada. Estas son las gracias que Dios da a los que oran.
Que gracia tan grande y que regalo es el de ser un miembro de nuestra familia orante que ha respondido al llamado de la Reina de la Paz: de testificar los mensajes con nuestra vida. Miles han perseverado con entusiasmo en la oración, el ayuno y la vida sacramental. Aquellos que quieren limitar a Medjugorje con debates y propagandas no son los apóstoles de la Reina de la Paz.
Este es el tiempo de la Navidad. Recordemos a los sencillos pastores que se dijeron entre ellos: "¡Vayamos a Belén!" Y a continuación hubo una gran sorpresa; ellos encontraron a la Madre y al Niño. El pequeño Jesús fue una inspiración milagrosa y una fuente de alegría y gozo en el corazón de cada uno. Ellos se convirtieron en entusiastas testigos y propagadores del acontecimiento más grande: el nacimiento de Dios en medio de la gente.
La Navidad y el misterio de la encarnación nos ayudan a comprender nuestra misión. Detrás de la Navidad está el amor y la encarnación de Cristo. Fue el amor lo que lo inspiró y lo guió en todo. Todo lo que Él dijo o lo que Él hizo fue con amor y por amor. Es por esto que todos lo necesitaban. Él solamente hizo el bien a todos. Aprendamos el amor delante del pesebre. Aprendamos el amor meditando profundamente el misterio de la encarnación y del nacimiento de Cristo. La Reina de la Paz nos llama a Su Presencia y nos enseña como amar. Actualmente el mundo no necesita ni una sola persona que traiga oscuridad, que difunda la oscuridad, que viva o que hable de la oscuridad. Necesita de nosotros que oramos. Nuestro rosario diario es nuestra fortaleza y es una lámpara encendida en nuestras manos.
Satanás ha hecho y está haciendo todo lo posible para destruir Medjugorje. Pero las manos entrelazadas, las personas arrodilladas orando, aquellos que están unidos a la Reina de la Paz no se lo permiten.
Ustedes han leído que la comisión papal para Medjugorje está trabajando. Ellos han llamado a todos los videntes y a nuestro padre espiritual para dar su testimonio en Roma. Por ende, se necesita orar para que los corazones de los testigos, de los peregrinos y de toda la iglesia sean iluminados. Estos son nuestros pasos de amor hacia Nuestra Señora, hacia la iglesia y hacia el vecino. Perseveremos en la oración y en vivir los mensajes. Así seremos felices y haremos felices a otros.
Nuestras felicitaciones, nuestro apretón de manos y nuestro abrazo en la Navidad sera diferente que el de los demás. Dios nos usará para realizar Su obra.
Querida familia orante, seamos más fervorosos aún, más unidos y más perseverantes en la oración. En nombre de nuestra comunidad de Siroki Brijeg les deseo una feliz Navidad y un Año Nuevo 2012 alegre y bendecido.
Sanijela Matkovié, coordinadora de la Fraternidad Orante de la "Visitación" |