Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina dados el día 25 de cada mes a la vidente MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI Año 1995

25 de enero de 1995
“¡Queridos hijos! Los invito a abrir sus corazones a Jesús como se abre la flor al sol. Jesús desea llenar sus corazones de paz y de gozo. Ustedes, queridos hijos, no pueden realizar la paz si no están en paz con Jesús. Por eso los invito a la confesión, a fin de que Jesús sea su verdad y su paz. Por lo tanto, hijitos, oren para tener la fortaleza de realizar lo que les digo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de febrero de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a convertirse en misioneros de mis mensajes que estoy dando aquí, a través de este lugar tan querido por mí. Dios me ha permitido permanecer por tanto tiempo con ustedes y por eso, hijitos, los invito a vivir con amor los mensajes que les doy y a transmitirlos al mundo entero, a fin de que un río de paz fluya hacia la gente que está llena de odio y sin paz. Los invito, hijitos, a ser paz donde no hay paz y luz donde hay tinieblas, para que cada corazón acepte la luz y el camino de la salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de marzo de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir la paz en sus corazones y en sus familias. No hay paz, queridos hijos, donde no hay oración; y no hay amor donde no hay fe. Por eso, hijitos, los invito a todos a decidirse, hoy de nuevo, por la conversión. Estoy cerca de ustedes y los invito a todos, hijitos, a mi regazo para ayudarlos, pero ustedes no lo desean y así Satanás los tienta y, en las cosas más pequeñas, su fe desaparece. Por eso, queridos hijos, oren, y mediante la oración tendrán la bendición y la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de abril de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito al amor. Hijitos, sin amor no pueden vivir ni con Dios ni con los hermanos. Por eso, los invito a todos a abrir sus corazones al amor de Dios, que es muy grande y está abierto a cada uno de ustedes. Dios, por amor al hombre, me ha enviado a ustedes para mostrarles el camino de la salvación, el camino del amor. Si ustedes no aman primero a Dios, tampoco serán capaces de amar al prójimo ni a quien odian. Por eso, hijitos, oren y a través de la oración descubrirán el amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de mayo de 1995
“¡Queridos hijos! Los invito, hijitos, a que me ayuden, con sus oraciones, para que se acerquen a mi Corazón Inmaculado tantos corazones como sea posible. Satanás es fuerte y con todas sus fuerzas quiere atraer hacia él y hacia el pecado a todas las almas que pueda. Por eso, está al acecho para aprovechar cada momento. Hijitos, les ruego: oren y ayúdenme a ayudarlos. Soy su Madre y los amo, y por eso deseo ayudarlos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de junio de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy estoy feliz de verlos en tan gran número, y de que hayan respondido y hayan venido a vivir mis mensajes. Los invito, hijitos, a ser mis gozosos portadores de paz en este mundo sin paz. Oren por la paz, a fin de que cuanto antes pueda reinar un tiempo de paz, que mi Corazón aguarda con impaciencia. Estoy cerca de ustedes, hijitos, e intercedo por cada uno ante el Altísimo y a todos los bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de julio de 1995
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración, porque solo en oración podrán comprender mi venida aquí. El Espíritu Santo los iluminará en la oración, a fin de que comprendan que deben convertirse. Hijitos, deseo hacer de ustedes un ramillete muy hermoso preparado para la eternidad, pero ustedes no aceptan el camino de la conversión, el camino de la salvación que les ofrezco a través de estas apariciones. Hijitos, oren, conviertan sus corazones y acérquense a mí. Que el bien supere el mal. Los amo y los bendigo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de agosto de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a la oración. Que la oración sea vida para ustedes. Una familia no puede decir que está en paz si no ora. Por eso, que su mañana comience con una oración matutina y la noche termine con una oración de acción de gracias. Hijitos, estoy con ustedes, los amo y los bendigo, y deseo que cada uno esté en mis brazos. Ustedes no pueden estar en mis brazos si no están dispuestos a orar todos los días. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de septiembre de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a enamorarse del Santísimo Sacramento del Altar. Hijitos, adórenlo en sus parroquias y así estarán unidos con todo el mundo. Jesús será su amigo y ustedes no hablarán de Él como de alguien a quien apenas conocen. La unión con Él será alegría para ustedes y se convertirán en testigos del amor que Jesús tiene por cada criatura. Hijitos, cuando ustedes adoran a Jesús también están cerca de mí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de octubre de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a ir a la naturaleza porque ahí encontrarán a Dios Creador. Hijitos, hoy los invito a dar gracias a Dios por todo lo que Él les da. Dándole gracias, ustedes descubrirán al Altísimo y todos los bienes que los rodean. Hijitos, Dios es grande y grande es su amor por cada criatura. Por eso, oren para poder comprender el amor y la bondad de Dios. En la bondad y en el amor de Dios Creador, estoy yo también como un don para ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de noviembre de 1995
“¡Queridos hijos! Hoy invito a cada uno de ustedes a que vuelvan nuevamente a amar a Dios, que ha salvado y redimido a cada uno de ustedes, y luego a los hermanos y hermanas que están cerca de ustedes. Sin amor, hijitos, no pueden crecer en santidad y no pueden hacer obras buenas. Por eso, hijitos, oren, oren sin cesar para que Dios les revele su amor. Los he invitado a todos a unirse a mí y a amar. También hoy estoy con ustedes y los invito a descubrir el amor en sus corazones y en sus familias. Ustedes deben amar para que Dios pueda vivir en sus corazones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de diciembre de 1995
“¡Queridos hijos! También hoy me regocijo con ustedes y les traigo al Niño Jesús para que Él los bendiga. Los invito, queridos hijos, a que unan su vida a Él. Jesús es el Rey de la Paz y solo Él puede darles la paz que ustedes buscan. Yo estoy con ustedes y los presento a Jesús de un modo especial, ahora en este tiempo nuevo en que necesitan decidirse por Él. Este tiempo es un tiempo de gracia. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”